RON AÑEJO PREMIUM
No se trata de encajar, se trata de saber combinar, de saber acompañar…La Zaranda nace de la mezcla del alcohol de caña y el paso de muchas noches del aire fresco de dos mares, en una cuna de madera.
La Zaranda nace en medio de la agitación por haber dejado el terruño y la nueva vida que comienza en otros territorios. Se debe también a la necesidad del reencuentro, del abrazo, el compartir y la invitación a quedarse conversando.
La Zaranda despierta sensaciones en los entusiastas catadores, desde el más amateur hasta el más experto, para terminar descubriendo nuevas notas posibles en un ron, que sí puede saborearse sin extras… directo al vaso y al corazón.
DULCE
Todo comienza en las plantaciones de caña de azúcar. Allí la caña madura entre 11 y 17 meses en función de la zona de plantación, hasta que se procede a su cosecha, también conocida como la zafra. El alcohol de caña, aunque puede ser obtenido de varias formas, puede conservar un ligero toque dulce aparente.
VAINILLA
A lo largo de los años, y en contacto con la madera, el ron añejo adquiere nuevos aromas y sabores. La aparición del sabor a vainilla es de las más gratas sorpresas. El olfato es el sentido que nos transporta a lo más profundo de la memoria, y con La Zaranda nos conectamos inmediatamente a los recuerdos, es una experiencia grata de connotación emotiva, no lo decimos en vano, pues hemos sido testigo de las reacciones de algunos de nuestros consumidores…
AÑEJO
Para escoger el mejor ron, la evidencia se inclina a favor del ron añejo. El color que obtiene proviene del tiempo que pasa el alcohol de caña en contacto con madera noble. En nuestro caso antes de llegar a la botella, nuestro ron estuvo reservado 8 años en barricas del roble blanco americano. Y hay más…
PICANTE
Por si faltara algo, sumado al añejo, dulce y vainilla, tenemos el toque picante. La Zaranda tiene un toque picante, moderado pero sin ser ardiente, y que va en conjunto con las notas de dulce, vainilla, caramelo y especie. Servido solo o en las rocas, La Zaranda es suficiente para abrir paso al disfrute del momento.
Sin sabores añadidos, ni especies, la química natural entre alcohol de caña y la madera, produce un perfil rico en aroma y sabor, La Zaranda es ideal para todos los amantes del ron y la coctelería.